Las ondas rusas es uno de los tratamientos estéticos empleados para tonificar y dar firmeza. Pero, además, favorece al sistema circulatorio facilitando el buen retorno venoso y linfático que, como consecuencia, elimina la retención de líquidos en la zona tratada.
Como también aumenta la circulación aportando oxigeno extra y eliminando toxinas y desechos, hace que la celulitis mejore su aspecto y tienda a desaparecer.
También está indicado en casos de distrofia o atrofia muscular, donde resulta una terapia perfecta para la recuperación.
Más allá de dar firmeza, las ondas rusas también modelan, ya que su efecto más importante es, precisamente, aumentar la masa muscular.
La acción de las ondas rusas incide en el metabolismo del cuerpo, por lo tanto no sólo reafirma los músculos, sino que también contribuye en el consumo energético y favorece la eliminación de grasas.
De esta manera, las ondas rusas tienen el doble beneficio de recuperar la tonicidad muscular y de liberarse de los depósitos grasos
Es una contracción donde podemos visualizar el movimiento o acortamiento de las fibras musculares; Este tipo de contracción es para reafirmar el músculo.
No se evidencia acortamiento de la fibra muscular, pero estimula mayor gasto energético y ayuda a perder tejido adiposo.
Los electrodos utilizados en los equipos de ondas rusas se diferencian de otro tipo de electroestimulación porque actúan más profundamente y tienen mas fuerza para poder llegar al músculo y abarcar la mayor cantidad de fibras musculares.
Este tratamiento se realiza mediante electroestimulación a las terminales nerviosas neuromusculares, haciendo que la masa muscular se contraiga rítmicamente y, de esta manera, proporcionarle firmeza y desarrollo al músculo.
Uno de los beneficios que nos provee es la eliminación paulatina de la hipotonía o flaccidez, ya que este impulso eléctrico penetra profundamente en la zona a tratar.
– Tonifica y eleva glúteos.
– Favorece la eliminación de grasas.
– Tonifica abdomen, piernas y brazos.
– Detiene procesos celulíticos.
– Elimina la retención de líquidos.
– Mejora la circulación.
– Elimina toxinas.
– Ayuda a modelar.
– Elimina flacidez muscular.
El número de sesiones está determinado por el diagnóstico que realice el especialista. Suelen hacerse unas diez sesiones para comenzar, distribuidas en tres por semana, de media hora cada una. Una vez concluidas estas primeras diez, el especialista analiza si son necesarias otras cinco o diez más.
Este método es muy recomendado y frecuente entre mujeres que acaban de ser madres, ya que les ayuda a recuperar la silueta en muy poco tiempo.